Te he dicho ya que El subconsciente puede estar enfrentado con el deseo si imaginas cosas malas y negativas.
El esfuerzo que debe hacer la mente será doble, porque primero deberá eliminar los malos pensamientos para después trabajar a favor de lo que realmente necesitas.
Lee la siguiente nota, donde te contaré cómo hacer para que deseo, imaginación y mente trabajen juntos en pos de tus objetivos.
El subconsciente y los obstáculos
El subconsciente es muy obstinado, vuelve una y otra vez a intentarlo hasta que lo logra. Cuando la mente está concentrada en los medios que debe vencer para resolver un problema, no toma en cuenta los obstáculos y las trabas, sigue adelante, sorteando todo lo que se interponga en su camino.
La unión entre la subconsciencia y la consciencia es muy importante, porque la primera no reconoce los peligros, es como un bebé que no sabe que si pone los dedos en el enchufe recibirá una descarga eléctrica o si coloca la mano en una cacerola hirviendo se quemará.
Por ello es que la mente seguirá adelante aún en los peores momentos, pero lo importante es que nosotros le podamos decir cómo sortear cada obstáculo que se le presenta y no que actúe según lo que le parece, porque a veces no coincide con nuestros deseos, metas y objetivos.
No permitas que tu mente sea como un caballo que sólo mira para adelante y deja de lado los laterales por contar con una anteojera que tapa parte de su visión. Siempre ten en cuenta todos los pormenores y obstáculos que se te presentan para saber cómo actuar de la mejor manera posible.
El subconsciente y la unión entre imaginación y deseo
Ahora bien, el subconsciente es un todo, no está separado de nada, ni siquiera de lo que nosotros comúnmente llamamos “el exterior”. Es vital que podamos unir varios aspectos que engloban la mente, sobre todo dos imprescindibles: la imaginación y el deseo.
Para evitar cualquier conflicto que pueda surgir entre ambos, lo mejor es entrar en el estado de somnolencia (instantes antes de caer en profundo sueño o el momento previo a despertar) e impregnar a la mente de pensamientos positivos, eliminando los que no nos hacen bien.
Cuando puedas ver el deseo como ya cumplido, sientas el júbilo y la felicidad que acompaña este momento, la mente lo cristalizará y lo convertirá en realidad. De esta manera, la imaginación es el medio por el cuál el deseo se expresa y por ello es que deben ser aliados, no enemigos.
El deseo y la imaginación, así como la convicción, la confianza y el pensamiento deben estar todos en el mismo equipo, es decir, aunar sus fuerzas y características para que en conjunto permitan que tú puedas alcanzar tus objetivos. Sin embargo, nada es automático y deberás trabajar mucho en la relación entre estas variables si deseas que las metas se cumplan tal y como tu las has soñado.