Cuando desees darle un mensaje para que comience a actuar, El subconsciente debe entender a la perfección que es lo que sientes, lo que quieres, lo que sueñas.

Si no le das las directrices correctas, no sabrá como proceder y es más que probable que los resultados no sean los esperados.

Por ello, es necesario que tengas en cuenta algunas recomendaciones que te brindará en el siguiente artículo, el cuál no debes dejar de leer.

El subconsciente, un empleado ejemplar

El subconsciente es el mejor empleado que una empresa puede tener: es eficiente, rápido para actuar, ordenado, organizado, no descansa ni pide aumento de sueldo. Sabe todo lo que ocurre en su oficina y dispone de los medios para solucionar todos los problemas que surjan.

La mente nos puede ayudar en todos los ámbitos, desde sanar un órgano hasta resolver problemas económicos y desde encontrar el amor de tu vida hasta tener un coche nuevo. Todo depende de tu relación con él. Lo mismo que ocurre en una empresa, si el jefe es bueno, los empleados también.

Si aprendes a calmarte y a analizar las situaciones, será más fácil que puedas comunicarte con tu mente. Si por el contrario, estás alterado y frustrado, cansado e irritado, ella no podrá entender lo que pretendes decirle y actuará al revés de tus deseos.

No olvides que el sentimiento de agradecimiento también es muy importante, el reconocimiento de las bondades de la mente es necesaria para que se sienta feliz, cómoda y pueda continuar trabajando eficientemente. Un empleado que recibe un aumento de sueldo por sus capacidades y eficacia querrá seguir mejorando día a día.

La utilización de la mente requiere de un proceso, una capacitación que se debe realizar en conjunto. Tú como jefe y ella como trabajadora. Ante toda señal negativa, incompleta, poco clara, la mente trabajará a la inversa de tus prioridades y objetivos.

El subconsciente: la plegaria

Toma nota en lo que voy a enseñarte ahora en relación a las plegarias o pedidos hacia el subconsciente. En primer lugar, examina los problemas que tengas en la actualidad de una manera positiva, es decir, pensando en su solución y no en las consecuencias negativas.

Luego, transfiere esa conclusión a la que haz llegado (pueden ser varias, pero mejor si es única, para no generar malos entendidos) a tu mente. Acepta esa idea y reiterala periódicamente para fijarla en la agenda de pendientes.

Tercero: ten absoluta confianza y convicción de que el problema podrá ser resuelto como tu deseas y en el tiempo adecuado. Ponte a disposición de tu mente, ella será la encargada de arreglar todo si tú sabes enviarle los mensajes adecuados.

No limites tus pedidos a las palabras “deseo” o “espero”, sino que siente de la misma manera de cuando esté solucionado el inconveniente. De esta manera, podrás darle más herramientas a la mente para que pueda actuar correctamente.