El subconsciente es un fiel amigo, pero sin embargo, hay que tener cuidado con lo que se le cuenta, ya que actúa en relación a ello. El tiene la virtud (o el defecto) de acatar todas nuestras instrucciones y usarlas en la realización de lo que nos ocurre, sin saber si es lo correcto o no. Por ello, es necesario saber cómo hablar con el. En esta nota te daré más información.

El subconsciente acepta cada información

La mente subconsciente toma todo aquello que le dices y lo guarda en un lugar donde puede acceder todas las veces que lo crea conveniente. Si estás acostumbrado a decir “no soy bueno en nada”, “no me gusta el trabajo”, “estoy gordo”, etc, estarás llenando esos espacios con energía negativa, bloqueando la capacidad de atraer cosas buenas.

Los comentarios de este tipo traen como consecuencia limitaciones, frustraciones en vez de perspectivas buenas, horizontes brillantes y objetivos cumplidos.

Cuando le pones impedimentos y obstáculos a la mente, estás en contra de la sabiduría y de la capacidad que tiene el subconsciente para realizar todo aquello que se propone. Si crees que la mente no puede resolver tus problemas, tengo que decirte que estás equivocado. Además, esto te llevará a una conducta negativa, destructiva y pesimista de tu presente, sin poder lograr nada bueno en el futuro.

El subconsciente y la información: qué hacer

Puedes cambiar esta situación que te aqueja o que no te permite avanzar si le brindas al subconsciente las informaciones correctas de lo que quieres lograr a corto, mediano y largo plazo.

Para ello: puedes decir varias veces al día, una frase inspiradora, que te permita tener más confianza contigo mismo, que te demuestre lo valioso que eres y de tus capacidades infinitas para resolver lo que se te presente.

Puedes repetir: “soy feliz con lo que tengo”, “agradezco por el trabajo que me permite ganar dinero”, “es indistinto lo que piensan los demás de mi cuerpo porque me amo tal y como soy”.

Si deseas que el subconsciente te de respuestas positivas, brindale las herramientas necesarias para que pueda trabajar correctamente. Si quieres, por ejemplo, que un albañil construya tu casa, debes darle cemento, no harina.

Lo mismo ocurre con la mente, otórgale todos los elementos necesarios para construir un hoy y un mañana maravillosos, no le des aquello que pueda ser usado en contra de tus sueños y deseos. Es un trabajo diario que debes practicar pero que al ver los resultados no querrás abandonar.

El subconsciente siempre desea ayudarte, y como no puede distinguir entre lo bueno y lo malo para ti, actúa en relación al material que consigue de lo que tu le brindas a diario.